¿Crees que puedes ser víctima de violencia intragénero?
En un gran número de ocasiones, la violencia no muestra su cara en forma de agresión física o verbal. Muchas veces no es tan evidente y estamos en relaciones que no nos suman, nos restan. Que no nos hace crecer, sino que minan nuestra autoestima y ocurre de una manera tan sutil y tan poco a poco que no nos damos ni cuenta.
Lee nuestras recomendaciones para identificar si estás viviendo una situación de violencia en tu pareja y cómo puedes salir de ella:
Libertad
El primer concepto del que te queremos hablar es el de libertad. En una relación nos tenemos que sentir libres para ser quienes somos y plantear lo que queremos, lo que necesitamos, y no hacerlo con miedo. El miedo no debería tener cabida en una relación sana.
Control
También tenemos que estar alerta acerca de si mi pareja me aísla con el objetivo de tener un control sobre mí. Y de los celos. Ay, los celos… No nos confundamos (o que no nos confundan): los celos no son una prueba de amor, ni nos tenemos que sentir culpables por relacionarnos con otras personas del sexo que nos gusta.
Desigualdad
Si mi pareja cree tener siempre la razón cuando conversamos, dice no cometer errores nunca y se centra en sus necesidades e intereses sin tener en cuenta los de la relación, también está ejerciendo violencia. Esta lucha de poder sólo beneficia a una de las partes, se nutre de una relación en desigualdad y acaba por deteriorarla.
Respeto
El respeto es un pilar fundamental en la relación. Frases como “mira lo que llevas puesto», «nunca haces las cosas bien»… se alejan de este pilar respeto. Si tu pareja te critica de manera habitual, se burla de cómo eres y no te acepta, te miente en varias ocasiones, sus críticas hacia ti no son constructivas… te está faltando al respeto.
Crecer
Busquemos una relación que nos ayude a crecer, que aumente nuestra autoestima y no que nos humille o no nos valore porque él o ella misma no sea capaz de valorarse a sí mismo/a.
Comunicación
Comunícate y sé capaz de decirle aquello que no quieres, que no te gusta, que no estas dispuesto a tolerar o que hay que mejorar. Pon límites. Pedid ayuda para una terapia de pareja si los conflictos son menores y no hay violencia. Y si la hay, rompe el silencio. Cuéntaselo a gente cercana o a nosotros. Trátate bien si él o ella no lo hace. Porque no te engañes, si hay violencia, no te quiere.